martes, 19 de enero de 2016

Sueños de un soñador

Nunca podré olvidar cómo me hablaban tus ojos ni como miraban tus labios a los míos, ni mucho menos ese perfume deslizándose sobre mi cuerpo…


La noche tocaba a su fin y la mañana se acercaba lentamente a la ventana entrecerrada, la pasión nos abandonaba con la oposición que la cama sobre la que se había cometido la locura dejaba a su paso. Habíamos soñado tantas veces con esto que ahora seguimos pensando que era uno más entre tantos, nos acariciamos lentamente con los ojos cerrados por miedo a que ese magnífico sueño diera a su fin. Sin embargo, un rayo de sol nos obliga a abrir temerosamente los ojos y, efectivamente… todo había sido un sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario