miércoles, 8 de marzo de 2017

¿Alguna vez...?

¿Alguna vez has pensado en lo que vamos dejando atrás?
¿Alguna vez has pensado en las consecuencias que dejan tus actos allá por donde vas?
¿Alguna vez te has parado, has respirado y has contemplado tu camino?

Últimamente, la vida nos lleva por un camino que no nos deja espacio para detenernos a mirar, para contemplar las cosas buenas que tiene la vida, simplemente nos dejamos llevar, avanzamos y sin apenas darnos cuenta nuestra vida ha pasado.

El problema no es tanto ese como el que, llegado el momento en el que nos damos cuenta de esto, nos llevamos las manos a la cabeza lamentándonos de todo lo que hemos vivido y no nos hemos dado cuenta por no detenernos un mísero segundo.

En ocasiones pienso que tenemos lo que nos merecemos, pues al no tratar con la importancia que se merecen todos esos momentos importantes a lo largo de nuestra vida, el destino nos castiga haciendo que ese momento nunca vuelva, que no lo podamos disfrutar como esa primera vez en la que no le dimos la importancia merecida.

En otras ocasiones pienso que no es del todo justo, pues estamos centrados en avanzar, en progresar y esto en ocasiones está reñido con el pararnos a disfrutar algo que en ese momento no consideramos tan importante como el seguir hacia delante en post de algo mejor.

La cuestión es clara, la vida es una y no hay más, ten claro en cada momento que es lo importante y actúa en consecuencia, ya que llegado el momento de nada te servirá lamentarte.

Microcuento (I)

Aún recuerdo cuando me mirabas
Aún recuerdo cuando me besabas
Aún recuerdo cuando me sentías
Aún recuerdo cuando me soñabas
Aún recuerdo cuando me acariciabas
A un recuerdo.

#microcuento

martes, 7 de marzo de 2017

Recompensa

Cuando piensas que todo ha terminado, que nada tiene remedio y que poco a poco te acercas a un vacío oscuro y tétrico. Es justo ese momento en el que piensas que nada puede ir a peor, cuando el azar del destino te propone un cambio de rumbo, un camino nuevo que aunque inexplorado y con algo de incertidumbre al no saber cual será el final de esa nueva ruta, te dispones a recorrer con el máximo entusiasmo que eres capaz de reunir y es en ese momento en el que la vida te recompensa, te mira a los ojos y te dice, "Enhorabuena por aguantar todo lo que has aguantado, aquí tienes lo que te mereces".