El día a día te depara un sin fin de cosas, muchas esperadas y otras muchas inesperadas. Poco a poco te vas dando cuenta de como una persona a la que apenas conoces de nada es capaz de joderte bien jodido y tu no puedes hacer nada para evitarlo. Por otro lado, cuando peor estás siempre llega otro golpe de donde menos lo esperas, otro golpe que esta vez si que te deja grogui, al borde del abandono.
La cuestión es que cuando peor esté uno más tienes que buscar esa ventana abierta que te de la esperanza de un aire nuevo y, cuando menos te lo esperas alguien te da un pequeño soplo de aire que aunque no te alivie del todo, te ayuda a refrescarte y a no verlo todo tan mal. A partir de ahí todo es tirar y no parar de buscar esa ventana por la que poder salir de esa habitación que tan mala "noche" te ha dado.
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