La duda consume, la duda de no saber si estás haciendo las cosas bien o, por el contrario, lo estás haciendo todo rematadamente fatal. La duda de no saber si emprender nuevos proyectos o seguir con los mismos y no, no es cuestión de valor el seguir con lo mismo o el cambiar ya que para ambas cosas hay que tener la misma proporción de valor que de cobardía ya que ninguna de las opciones será la correcta al cien por cien.
¿Qué hacer, seguir o cambiar?
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